La arquitectura técnica barcelonesa moderniza su imagen para prestigiar la profesión y abrirse a la sociedad

La técnica soporta y hace posible la arquitectura. Esta es la idea que quiere transmitir el nuevo logotipo del Colegio de Arquitectos Técnicos de Barcelona que sustituirá el símbolo con la letra “A” de Frederic Amat que se ha ido utilizando durante los últimos 20 años, por un nuevo símbolo que incorpora la T. Los cambios también afectan el nombre de la entidad, que pasará a ser “Colegio de la Arquitectura Técnica de Barcelona” y a la denominación de su marca, que dejará de ser CAATEEB para acontecer Cateb, más simple y fácil de leer.

El presidente de Cateb, Celestí Ventura, pone el origen de este cambio en una encuesta que se realizó en 2020 y en la cual participaron más de 3.500 profesionales y donde se reflejaba que, de entre las diferentes denominaciones de la profesión (aparejador, arquitecto técnico, ingeniero de edificación), la denominación con la cual los colegiados se sienten más identificados es la de arquitecto técnico, muy especialmente los más jóvenes. “El resultado del estudio fue muy contundente en este aspecto; el 72% de los participantes se identifican con la denominación de arquitecto técnico y entre los más jóvenes, este porcentaje se acerca al 80%”. Para Ventura estos cambios permiten “explicar mejor el que basura, quién somos y, al mismo tiempo, fortalecer el sentido de pertenencia a la profesión”.

Ventura también recuerda que “la voluntad del Cateb es abrirse a la sociedad para ser la casa de la arquitectura técnica en Barcelona. El Colegio tiene que pasar de ser una empresa de servicios excelentes para sus miembros, a ser una plataforma de proyección social del talento y el valor de los profesionales de la arquitectura técnica”. En coherencia con esta visión, el nuevo nombre del Colegio pasa a ser “Colegio de la Arquitectura Técnica de Barcelona”, una denominación que por el presidente del Cateb “tiene la virtud de ajustarse al nombre actual de la titulación universitaria y dar todo el protagonismo posible a la profesión, pero que sobre todo es neutro en términos de género.

Es evidente que no podemos pretender acercarnos a la sociedad si mantenemos un nombre que deja fuera en mitad de las personas”.

Dar mayor reconocimiento a la profesión

Por su parte, el director general del Cateb, Òscar García, enmarca este cambio dentro de los esfuerzos que está haciendo el Colegio para posicionarse dentro de la sociedad y dar a la profesión un mayor reconocimiento, “especialmente en un momento en que estamos liderando la respuesta social a una cuestión como es la rehabilitación de la vivienda, en un país que cuenta con un parque edificado envejecido y energéticamente deficitario”.

El nuevo logotipo del Colegio de la Arquitectura Técnica de Barcelona cambia la tradicional A que lo ha acompañado durante los últimos 20 años, por un nuevo símbolo que incorpora tanto la A como la T, y que parte de las letras del poema visual que Joan Brossa diseñó para la fachada de su sede central de Barcelona. “La “A” descabezada hace identificable y distinguible el símbolo de nuestro nuevo logotipo”, explica Òscar García, ”se trata de un gesto, de una picadura de ojo que nos remite al juego que Brossa hacía con las letras y muy especialmente con la “A”, pero también es una travesura con sentido porque el símbolo es una metáfora visual en que la “T”, de la técnica, desde debajo, empuja hacia arriba la “A”, de arquitectura, una A en construcción, y le da movimiento, le da vida”. Esta idea es la que se quiere transmitir también con el “tagline” de la nueva marca, “Construir es hacerlo posible”, una frase que acompañará el logotipo en muchas de sus expresiones.

Otro de los objetivos del nuevo logotipo es adecuarse a las nuevas generaciones y a los entornos digitales.

El símbolo con la letra A de Frederic Amat, que durante tantos años ha formado parte de la marca del Colegio, no desaparece de su realidad, antes al contrario, pasará a formar parte del patrimonio cultural de la entidad y, según Ventura, “su uso estará muy asociado a los elementos de reconocimiento del prestigio profesional, como nuestra medalla de honor o los pinos conmemorativos que reciben los compañeros y compañeras que celebran los 25 y los 50 años de colegiación”.