10 ideas para crear un ambiente relajante en tu dormitorio y afrontar el cambio de hora con buen humor

Cada año el cambio de hora representa un cambio importante al que cuerpo y mente deben adaptarse. El dormitorio juega un papel imprescindible en la calidad del sueño y el descanso, fundamental para nuestra concentración y nuestro estado de ánimo.

Precisamente por eso, los expertos de Dalfilo, una startup innovadora que está revolucionando el sector del textil del hogar, poniendo al alcance de todos productos artesanales e italianos de alta calidad, creando un canal directo artesano-cliente que elimina intermediarios, contiene precios y reduce los desperdicios, han seleccionado 10 consejos para un dormitorio más relajante y afrontar el cambio de hora con el ánimo adecuado.

1. Less is More. Liberar el espacio de lo superfluo es la primera regla para crear un ambiente relajante, y no sólo en el dormitorio. Eliminar todo lo que no es imprescindible ayuda a que la mente se relaje, lo cual es fundamental a la hora de dormir, sobre todo si nuestro ritmo se ve alterado por el cambio de hora.

2. Colores. Los colores juegan un papel fundamental en la zona de dormitorio. Se recomiendan colores neutros para un buen descanso y para crear un ambiente equilibrado, como tonos beige, crema, marfil, grises, marrones. También quedan bien los colores pastel, quizás rosa, verde o amarillo, siempre muy pálidos. El azul es el color de la relajación, el color del cielo y del mar, por eso siempre está indicado para relajar la psique y favorecer el sueño. La cromoterapia nos enseña que la elección de los colores nunca debe dejarse al azar: especialmente en el dormitorio.

3. Elementos naturales. En cuanto a mobiliario y decoración, siempre hay que dejar espacio a la naturaleza, tanto en colores como en materiales. La madera, por ejemplo, es un elemento relajante, que aporta sensación de paz y tranquilidad. Podemos incluir detalles en madera como mesitas de noche, estanterías o un arcón.

4. Material de la ropa de cama. Es fundamental que el cuerpo esté siempre en contacto con fibras naturales, como el algodón, para garantizar un descanso de calidad. Otro punto importante para un descanso de calidad es optar por tejidos transpirables, que permiten una mayor circulación del aire, favoreciendo una menor concentración de humedad y en consecuencia reduciendo la sudoración. El algodón, en sus versiones percal y satinado, según la elaboración, presenta diferentes ventajas. El satén tiene una textura aterciopelada que acaricia la piel, ideal para las quemaduras veraniegas y las pieles sensibles, mientras que el percal, ideal por su versatilidad, es muy transpirable, termorregulador y ligero con la piel (deja respirar al cuerpo y crea un microclima perfecto para cualquier temporada).

5. Iluminación. La iluminación del dormitorio es muy importante para un buen descanso. Por una cuestión energética, es bueno que entre el sol en el dormitorio, y que durante las horas del día, la habitación esté iluminada de forma natural. Además, es mejor colocar puntos de luz orientables capaces de crear una iluminación suave, en lugar de una lámpara encima de la cama. La elección de las bombillas también es fundamental, prefiriendo aquellas de tonos cálidos. También las velas, asegurándose siempre de apagar todo antes de quedarse dormido.

6. Plantas. Hay teorías que prohíben las plantas en el dormitorio, pero en realidad esto es un falso mito, o más bien una generalización. Existen diversas especies de plantas que son aptas para la zona de dormir, gracias a sus propiedades. Por ejemplo, el Aloe, que estimula el sueño y mejora su calidad, elimina agentes tóxicos presentes en el aire, como el formaldehído y el xileno, y en función del aspecto de sus hojas nos indica el estado del aire: si notamos la presencia de manchas de color marron significa que el aire está contaminado. O la Sansevieria, perfecta para todos aquellos que no son expertos de jardinería, tiene el poder de absorber la humedad presente en el ambiente, además de absorber la contaminación electrónica, combate el formaldehído. Otro gran clásico, el Potos, planta trepadora que se adapta a diferentes ambientes, no requiere luz directa y purifica el aire eliminando toxinas.

7. Humedad y temperatura. En el dormitorio la humedad debe mantenerse entre el 30% y el 60%, ya que un ambiente excesivamente húmedo puede favorecer la formación de moho, ácaros y los consiguientes trastornos broncopulmonares, mientras que uno demasiado seco puede facilitar la tos y las enfermedades respiratorias. En cuanto a la temperatura, se recomienda mantener temperaturas bajas. Es mejor un edredón de buena calidad que dejar la calefacción encendida por la noche. La temperatura ideal es de 18° C, porque ayuda a conciliar el sueño.

8. Aromaterapia. Es una auténtica panacea para todos aquellos que tienen dificultades para dormir. Para conciliar el sueño fácilmente, se recomienda probar los aceites esenciales de lavanda, manzanilla, melisa, bergamota, jazmín y menta. Los métodos pueden ser diferentes, por ejemplo poner una o dos gotas de aceite sobre la almohada, o utilizar un difusor. El placer de este pequeño gesto es inmenso.

9. No a la tecnología. Estamos expuestos a lo largo del día a continuos estímulos, sonidos y notificaciones, que muchas veces nos distraen y ralentizan lo que estamos haciendo, comprometiendo también su calidad. Si ni siquiera cuando termine el día somos capaces de distanciarnos de los smartphones, tablets, televisores y cualquier tipo de dispositivo electrónico, nuestra mente seguirá activa y nunca encontrará un momento para descansar. Lo mejor en la cama es un buen libro y música relajante.

10. Rodéate de lo que amas. Ya sean libros, discos, imágenes, lo que cuenta es que nuestro espacio sea nuestro y nos haga sentir acompañados cuando nos vamos a dormir. No es necesario cargar el ambiente con grandes cantidades de objetos, al contrario, bastan unos pocos elementos, pero bien elegidos.

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