5 formas de decorar tu hogar con mantas. El indispensable complemento invernal

Con la llegada del invierno, no hay nada más agradable que quedarse en casa y disfrutar del calor de nuestro hogar. Ver una película o leer un libro acurrucados en el sofá, con una taza humeante en las manos, envueltos en una cálida y suave manta, mientras está lloviendo.

La manta en invierno es imprescindible, y los expertos de Dalfilo, una startup innovadora que está revolucionando el sector del textil del hogar, poniendo al alcance de todos productos artesanales e italianos de alta calidad, creando un canal directo artesano-cliente que elimina intermediarios, contiene precios y reduce los desperdicios, han pensado en 5 maneras de decorar tu casa con mantas, para crear un ambiente cálido y acogedor, y al mismo tiempo disfrutar de todo el confort de este indispensable elemento de decoración.

5 formas de decorar tu hogar con mantas en invierno

Hay diferentes formas de utilizar las mantas, este elemento de decoración que tiene la capacidad de personalizar el espacio que vivimos y transformarlo con un simple gesto. Para ello, siempre recomendamos elegir mantas en colores neutros, como gris, marrón, crema, capaces de adaptarse a cualquier contexto y fáciles de combinar con otros colores. Una recomendación más es la de las dimensiones, que deben ser de aproximadamente 130x180cm, para no ocupar demasiado espacio pero sí el suficiente para calentarnos cómodamente. Por último, el material. Siempre es aconsejable preferir tejidos naturales, como lana y cachemire, preferiblemente regenerados para reducir el impacto sobre el medio ambiente, posiblemente antiarrugas, resistentes a las manchas y al agua, antibacterianos e inodoros, resistentes y fáciles de mantener.

Ahí van 5 ideas para personalizar tu hogar con las mantas:

1. La manta en el sofá. El superclásico.
Para todos aquellos que aman el cambio de temporada, y que les gusta que el pasaje a la fase invernal sea visible incluso en el hogar, el plaid en el sofá es un elemento indispensable, en todas sus versiones. Se puede plegar y guardar en un reposabrazos, o en el respaldo, no importa, lo que cuenta es que esté claramente visible y al alcance de la mano. Otra solución es dejarlo abierto como si fuera una funda de sofá. Esta última opción es la que más permite jugar con las diferentes tonalidades cromáticas y cambiar la estética del ambiente de forma más evidente.

2. La manta en la silla. Para los amantes del orden.
Ser amante de las mantas en invierno no significa necesariamente querer convertirlas en protagonistas absolutas del espacio. De hecho, hay quienes no quieren renunciar a la comodidad del plaid, pero al mismo tiempo no les gusta alterar su espacio. En este caso, la mejor solución es doblar el plaid con precisión y regularidad, y colocarlo con cuidado sobre una silla del salón, del estudio o del dormitorio, quizás sobre el respaldo, para tenerlo siempre disponible pero sin invadir excesivamente el entorno cotidiano.

3. La manta encima de la cama. Para los amantes del confort extremo (y por si hay dudas)
Una manta sobre la cama es una dosis extra de comodidad. Un complemento a un edredón en las épocas más frías, o a las sábanas cuando aún no ha llegado el momento de pasarse al edredón. Además de cumplir esta función fundamental, las mantas encima de la cama son un importante elemento decorativo. Entre las versiones más frecuentes: plegada de forma rectangular a los pies de la cama, o como una tira que cubre todo el ancho de la parte extrema de la cama, o en caso contrario abierta, siguiendo la forma de la propia cama.

4. La cesta de las mantas. Para los que no se conforman (y para las familias numerosas)
Para los amantes de las mantas, a los que les gusta jugar con las posibles combinaciones, una solución útil que permite mantener el orden es guardar las mantas dentro de una cesta. De esta forma se podrá contar con diferentes variaciones de color y diferentes estampados, para combinar según el momento, pero sin correr el riesgo de tener demasiadas mantas a la vista, que causen una sensación de desorden, incluso a nivel estético. Esta opción es recomendable para hogares donde conviven muchas personas: en el caso de familias numerosas, por ejemplo, si cada uno quiere su propia manta, es útil tener un lugar donde guardarla de forma ordenada.

5. Las mantas colgantes. Para los amantes de las soluciones deco alternativas.
Hay un elemento de decoración que recientemente ha llegado a nuestros hogares: la escalera apoyada a la pared. En las distintas estancias, la escalera se utiliza de forma alternativa para colgar, por ejemplo, toallas, ropa y, por qué no, mantas. Una escalera en el dormitorio o en el salón, apoyada en la pared, puede ser la solución ideal para guardar tu manta, lejos del polvo, pero a la vista, para decorar combinando practicidad y estética.

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