Europa reconoce por vez primera el impacto del ciclo de vida completo de la edificación en el cambio climático

Europa reconoce por primera vez el impacto del ciclo de vida completo de la edificación en el cambio climático y su papel fundamental para combatirlo. Así se desprende de la reciente revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (EPBD por sus siglas en inglés), que recoge la petición promovida por Green Building Council España (GBCE) en su Hoja de Ruta para la Descarbonización de la Edificación en España —enmarcada en el proyecto Building Life—. “Las emisiones no debidas al uso de los edificios pueden llegar a suponer hasta el 41% de las emisiones totales del sector de aquí a 2050, por lo que incluir el ciclo completo de vida en las políticas de descarbonización era un paso más que necesario”, destaca Dolores Huerta, directora general de GBCE.
De esta forma, se amplía el alcance de la descarbonización de los edificios y se pasa de considerar sólo las emisiones de uso a tener en cuenta el ciclo completo de vida. Así, la EPBD introduce el indicador de potencial de calentamiento global, que permite medir la huella de carbono de todo el proceso construcción, mantenimiento, reforma, uso y fin de vida para, a continuación, poder introducir un límite a las emisiones de gases de efecto invernadero de un edificio a lo largo de su ciclo de vida. “Para introducir todo el ciclo de vida en la lucha contra el cambio climático hace falta definir una metodología de evaluación, disponer de datos suficientes y, un factor muy importante, capacitar a los profesionales para que incorporen esta nueva visión en todos los proyectos”, especifica Huerta.
Ante esta necesidad de disponer de datos suficientes, que nos permitan definir una metodología de evaluación, GBCE se ha sumado al proyecto europeo INDICATE, que trabaja en la mejora de datos en tres países, entre ellos España, y que avanza en la tarea que habrá que llevar a cabo para implementar esta parte de la directiva.
Multiplicar por 12 la rehabilitación
Otro de los retos a los que se enfrenta el sector de la edificación para lograr un parque inmobiliario de cero emisiones en 2050, contenido en la EPBD, consiste en escalar la intervención de la rehabilitación. En este sentido, la revisión de la EPBD recoge que todo el parque construido deberá ser de cero emisiones en 2050, lo que en nuestro país equivaldría a multiplicar por 12 el actual ritmo de rehabilitación de edificios. “Para reducir por completo las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestros edificios, de nuestras viviendas, hace falta rehabilitar la gran mayoría de ellos antes de 2050, mejorando aislamientos de muros y tejados, cambiando ventanas y, en definitiva, protegiéndonos todo lo posible del frío y el calor del exterior para poder mantener una temperatura de confort sin necesidad de encender la calefacción o el aire acondicionado”, especifica Huerta.
Junto a este incremento de la rehabilitación, la directiva incluye también herramientas financieras para ayudar en esta transición y elementos como la fecha final de uso de combustibles fósiles —carbón, gasoil o gas natural — dentro de los edificios. De esta forma, a partir de 2025 no se podrá subvencionar la instalación de sistemas de calefacción o aire acondicionado que hagan uso de estos combustibles y, a partir de 2040, habrá que eliminar cualquier caldera o equipo que funcione con estos combustibles, ya que no podrán ser reparadas y no podrán ser compradas. “El abandono de los combustibles fósiles es un acuerdo unánime para la lucha contra el cambio climático. Esta medida además nos ayudará a mejorar la calidad el aire que respiramos en nuestras ciudades, eliminando los gases nocivos que esos equipos liberan”, resalta Huerta.
Tras el acuerdo provisional alcanzado por la Comisión, el Consejo y el Parlamento europeos, la aprobación definitiva de la revisión de la directiva se espera que tenga lugar en marzo de este mismo año.

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